🎄 La noche en que llegaron los renos🎄
- Cesar Zarcos Ruiz
- 8 nov
- 1 Min. de lectura
Hay noches que brillan distintas.
No porque haya más luces… sino porque hay más ilusión.
Esa ilusión que se siente en el pecho, cuando el corazón late rápido y los ojos no quieren dormirse, por si Papá Noel pasa justo en ese momento.

En la casa, todo está en silencio.El árbol reluce con sus lucecitas encendidas, los calcetines esperan junto a la chimenea, y en la mesa quedan unas galletas que huelen a vainilla.Dos hermanos se miran y sonríen sin hablar… porque saben que esta noche puede pasar algo increíble.
Afuera, el viento sopla suave, como si viniera del Polo Norte.Tal vez ya estén volando los renos, con sus cascabeles sonando a lo lejos.Tal vez el trineo esté lleno de regalos, de deseos y de risas envueltas en papel brillante.
Y aunque los párpados pesan, los sueños son más fuertes.En sus sueños, los hermanos ven luces, nieve, estrellas y la sonrisa de Papá Noel.Y el tiempo, por un instante, se detiene.
Cuando el sol asoma y la casa despierta, todo es alegría.Los pequeños corren descalzos por el pasillo, los lazos vuelan, el papel se rompe y las risas llenan cada rincón.No hay un día más ilusionante que este.
Entre abrazos y sorpresas, entienden algo sin que nadie se lo diga:que la Navidad no vive solo en los regalos,sino en la emoción de creer, en la ternura de esperar,y en la magia que solo se ve con los ojos del corazón.

































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